LIBRO DEL MES (Este si te va a gustar villo)

Los Cien Golpes por Melissa P

Melissa P., la Lolita que ha conmocionado a Italia con su novela-diario autobiográfica Los cien golpes que narra la turbulenta vida erótica de una adolescente, y ya ha vendido 800.000 ejemplares en su versión original, no quiere que la consideren una escritora ”pornográfica” y lamenta tener “tantos lectores por el morbo”.

La vida sexual de la siciliana Melissa Panarello ha sido, cuando menos, algo más intensa que la de la mayoría de las chicas de su edad: antes de cumplir los 18 años (cosa que hizo el pasado diciembre), ya había tenido experiencias de lo más diversas con hombres y con mujeres, había participado en orgías e intercambios de parejas, y había practicado, cómo no, el sadomasoquismo y el voyeurismo.

Con semejante bagaje –que iba unido, según aclara, a “una etapa de profundo dolor y mucha angustia”–, decidió escribir un libro, Los cien golpes (Poliedro, en castellano; Columna, en catalán), diario de la vida erótica de una adolescente en la que “el 90 por ciento es real”, según la autora.

El libro va firmado por Melissa P. –“cuando lo publiqué en Italia, todavía era menor de edad y mis padres y mis editores me convencieron para que no pusiera mi apellido”– y ha vendido en su país de origen la friolera de 800.000 ejemplares, convirtiéndose en el fenómeno editorial de la temporada. Su autora visita estos días España, el primero de los 25 países en donde se publicará el libro en que hace promoción.

Melissa P. –ahora ya no se quiere cambiar el nombre– lamenta que “más de la mitad de mis lectores compran el libro por morbo, y no por sus valores literarios. Preferiría tener sólo 10.000 lectores pero que se interesaran por otras cosas, como la búsqueda interior de la protagonista”.

De hecho, la incomprensión comenzó por la familia. “Cuando mis padres leyeron el manuscrito –recuerda–, se escandalizaron y me prohibieron tajantemente que lo publicara. Tuve que amenazarles con acciones judiciales: sólo cedieron al ver que iba a denunciarlos por impedirme la publicación de una obra”.

Los cien golpes es un diario ficticio –“primero lo escribí todo de un tirón, con las tripas, aunque luego lo reelaboré con este formato”– y, aunque a algunos lectores les vaya a parecer mentira, la propia autora, tras un diálogo con la editorial, suavizó las escenas de sexo: “La versión inicial era mucho más escandalosa y salvaje”.

Los cien golpes (título que hace referencia a las pasadas de cepillo que la protagonista se da en su larga cabellera antes de irse a dormir) no es una detallosa descripción apologética del sexo indiscriminado, como la que hace, por ejemplo, la francesa Catherine Millet, sino, muy al contrario, la búsqueda por parte de una adolescente de un amor ideal.

La propia Melissa P. afirma, al respecto, que la visión del sexo de Millet le parece “demasiado intelectualizada” y recuerda que “al contrario que la de ella, mi experiencia es de tormento y dolor interior”. ¿Por qué?

“Porque así fue. Tal vez las personas que acceden a estas prácticas a una edad más madura puedan vivirlas desde la normalidad. No creo que estas actividades sexuales sean en sí malas, ni vergonzosas, pero en mi caso fueron realmente dolorosas. De hecho, escribirlas me sirvió como terapia para dejar atrás esta etapa. Escribir el libro me ha ayudado a metabolizar lo vivido”.

La intención de la autora ha sido darle a lo escrito un tono de fábula –con príncipe azul incluido, aunque eso sea “de lo poco que no sucedió así”, aclara– y evitar un lenguaje pornográfico “porque lo esencial es la búsqueda de sí misma que realiza la narradora”.

¿Cuáles son sus referentes literarios? “No he leído Lolita –confiesa–, creo que el sexo en aquella época era muy diferente. En cambio, me ha influido muchísimo Las edades de Lulú, la novela de Almudena Grandes”. De hecho, como sucedió en aquel caso, se prepara una película, de la que Melissa P. se ha desvinculado tras participar en un primer guión “porque ahora pretenden hacer una cosita para adolescentes, han rebajado muchísimo la carga sexual, y esto debería ser más real, una película fuerte, para mayores de 18 años, donde se viva además un fuerte tormento interior”.

Los cien golpes es un libro escrito por una adolescente, incluso bien escrito si nos atenemos a los 16 años que tenía la autora al ponerse a ello, y que cuenta con la confusión entre autora y protagonista, y con su temática sexual explícita, como mayores ganchos hacia el público.

Sin embargo, decidida a borrarse la etiqueta de “pornográfica”, ahora Melissa P. escribe una novela sobre una chica de provincias que descubre la gran ciudad en la que, advierte, “casi no hay sexo”. Dedicada por completo a ello y a la promoción de Los cien golpes, afirma que no tiene tiempo para estudiar y que, de momento, ha abandonado el instituto. “No quiero ir a la universidad, prefiero dedicarme a escribir, y ya tengo algunos proyectos de guiones para televisión”.